“Regálale un pez a un hombre y comerá un día. Enséñale a pescar y comerá toda su vida”

¿Alguna vez te has sentido frustrado por encontrarte en una situación complicada y creer que eres incapaz de salir de ella? ¿Tienes sueños que te resultan inalcanzables pero que no por ello desaparecen? ¿Crees que no estás potenciando tus mayores habilidades porque hay algo que te lo impide?

En ocasiones la suma de circunstancias y los recursos erróneos que hemos desarrollado para sobrevivir hasta ese momento enmascaran una verdad fundamental: todo lo que necesitas para sentirte feliz ya está en ti. En el proceso de coaching hacemos un viaje en el que recuperamos esa verdad a través de un trayecto de autodescubrimiento y autoconciencia, y sólo así logramos un cambio trascendental, un cambio de paradigma que nos invita a observar la vida desde una perspectiva nueva.

El coaching es una disciplina que promueve el aprendizaje intrapersonal, cuyos resultados se basan en una relación de ayuda entre el coach y el coachee. El coach te ayuda a desarrollar todas tus capacidades con el objetivo de resolver posibles problemas que puedan estar presentes en tu vida, a la vez que te acerca a un nuevo y mejor entendimiento del mundo y de lo que sucede a tu alrededor. En ocasiones sentimos una tormenta de emociones que nos impiden gestionar lo que sucede enfrente de nosotros. A través del coaching generamos herramientas mediante las cuales podemos entender y gestionar efectivamente estas emociones.

Iniciar un viaje transformacional implica responsabilidad y valor, pero también coherencia. Para poder establecer dicha línea de congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos resulta necesario un conocimiento profundo previo acerca de nosotros mismos. La figura del coach enfatiza la importancia de ese proceso, guiando pero sin aconsejar. La esencia del proceso de coaching reside en la proactividad de la persona que quiere llegar de un punto A hasta un punto B, porque sólo así podrá mantener y generalizar ese cambio, creando y avanzando por sí mismo, responsabilizándose del plan de acción y de sus resultados. De esta forma la persona observa su potencial, establece un objetivo, desarrolla una metodología y la pone en práctica desde la voluntad y el compromiso de alcanzar la mejor versión de sí mismo.

Podemos entender mejor el trasfondo del coaching a través del proverbio chino “regálale un pez a un hombre y comerá un día. Enséñale a pescar y comerá toda la vida”. El coach conoce perfectamente el proceso del pensamiento, y por ello lo provoca para despertar conocimiento en la persona. De esta forma crea conciencia, amplía su mapa (su perspectiva) y el cliente lo aprovecha para desarrollar sus capacidades a través de una nueva forma de entendimiento vital. Por lo tanto, el coach no crea dependencia, sino todo lo contrario: promueve la autonomía y el autodesarrollo de la persona a la que acompaña. Ése es uno de los motivos por los que el proceso de coaching no es extenso en el número de sesiones.

Despertando la consciencia de patrones de pensamiento y conducta podemos generar un cambio más profundo, obteniendo así la posibilidad de mejorar de manera significativa nuestra calidad de vida. No se trata tanto de aplicar una determinada metodología, sino de despertar en la persona una nueva forma de entender lo que le está sucediendo, de forma que él o ella misma pueda desarrollar recursos para encarar las circunstancias de una manera más positiva y constructiva.

Por todo ello, si deseas lograr resultados relativamente rápidos, mejorar tus relaciones sociales y obtener mejor rendimiento en tu vida personal o profesional a través de un conocimiento profundo y una metodología que promueve el éxito y la calidad de vida, el Coaching puede ser exactamente lo que necesitas. 

¿Cómo se realiza el proceso de coaching y en qué se fundamenta su éxito?

Este proceso debe realizarlo un coach experto y especializado, que haya pasado por su propio proceso de coaching y tenga una visión profunda sobre la disciplina y la posibilidad de cambio.

Algunas de las herramientas básicas que deben estar integradas en la forma de trabajar del coach son las siguientes: escucha activa, rapport, preguntas poderosas, calibración y observación. Es importante tener en cuenta que este profesional debe trabajar desde la confidencialidad, la humildad, la honestidad y el respeto.

¿Cuándo contactar con un coach?

a) Cuando deseas lograr un objetivo y no sabes cómo llegar a conseguirlo

b) Si quieres potenciar alguna habilidad o mejorar algún aspecto intrapersonal o interpersonal (hablar en público, ser más sociable, mejorar la autoestima, etc.)

c) Si te sientes “perdido” al no saber qué hacer con tu propia vida

d) Cuando tienes dificultades para afrontar una situación o un problema

e) Si estás buscando una oportunidad para cambiar 

¿Cómo será el proceso de Coaching?

- Estableceremos el objetivo a lograr

- Determinaremos un plan de acción

- Desarrollaremos herramientas y habilidades personales

- Elaboraremos un plan de seguimiento para confirmar que se ha producido la generalización del aprendizaje