La disociación

Puede ser que alguna vez hayas sentido que tu alrededor está cambiando, es extraño e incluso puede ser que alguna vez hayas sentido estar en “piloto automático” durante el transcurso del día. Estos son algunos de los procesos mentales que realiza nuestra mente; a todos alguna vez nos ha pasado de manera puntual y no supone ningún problema, pero sí sirven para empezar a hablar sobre la disociación.

Cuando estos ejemplos son recurrentes, consistentes en el tiempo y suelen tener relación con alguna experiencia traumática, puede ser que se padezca de disociación. Esta consiste en procesos que implican una pérdida de conexión entre pensamientos, recuerdos, sentimientos, entorno, comportamiento e identidad; generalmente sucede cuando el sistema no puede tolerar un dolor grande.

Existen cinco tipos de disociación que más adelante expondremos, y por ende sus síntomas varían. Sin embargo, cuando hablamos de forma genérica sobre la disociación, los más comunes son los siguientes: sensación de estar separado de tu persona, cuerpo y emociones; pérdida de memoria de algunas etapas o hechos; percepción del entorno como irreal, distorsionado o borroso; sentirse distante de sí mismo y de lo que le rodea; estrés, ansiedad, depresión, entre otros.

Como hemos comentado anteriormente, existen cinco trastornos disociativos, los cuales son los siguientes:

• Trastorno de identidad disociativo: La persona describe tener una sensación de que hay varias personalidades dentro de ella misma.

• Amnesia disociativa: La persona puede olvidar eventos importantes de su vida, incluyendo experiencias traumáticas.

• Despersonalización: La persona describe un sentimiento de irrealidad o extrañeza de uno mismo.

• Desrealización: La persona describe un entorno que ha dejado de ser normal, que es extraño o irreal.

Ante este trastorno, es muy importante acudir a un profesional, porque conlleva descubrir el origen del mismo. Es fundamental invertir en nuestra salud mental para recuperar nuestro bienestar, ganar en calidad de vida y apaciguar todas aquellas inquietudes, miedos e inseguridades que nos puedan ocasionar.